lunes, 25 de abril de 2011



Los últimos transeúntes,
La cercanía del amanecer,
Un pitillo tirado al suelo,
El miedo a perder el tren.

Los portales están vacíos,
Las calles medio desiertas,
Todavía canta un borracho,
La canción de su ex mujer.

Noches de madrugada,
Por el parque del pereda.
Las últimas minifaldas,
Buscan una buena cartera.

El barrendero riega el asfalto,
La bruma comienza a crecer,
Y yo arrastrando mis pasos,
Vuelo hacia el último anden.

El sol viene empujando,
Los rayos del lucero del alba
La luna se va en su letargo,
A reposar su diurna resaca.

domingo, 17 de abril de 2011

Al inconsciente solitario


Aliado del bando enemigo,
Mensajero que anuncia derrotas
Marinero de mares vacíos,
General que pierde la victoria.

Una decisión sobre ruedas,
Tropezar con cruces de caminos
Preguntar y conocer la respuesta
Ante todo nada esta perdido.

Morirse de viejo siendo joven,
Dicen que el mundo se acaba,
El antifaz que tapa el desorden,
Traba cada una de las palabras.

La gente se pregunta por esto,
Lo otro, lo siguiente, mas allá,
Naciste en el sitio equivocado,
Sabes que no hay vuelta atrás.

Seguir dando tumbos por la calle,
Y tropezar para volver a caer,
Levantarse con la luz del semáforo,
Es azul y creo que hay que correr.

Cantando canciones pasadas de moda,
Bebiendo lo que no se puede beber,
El viejo que sujeta la pistola,
En el colegio no le debieron entender.

Aliado del bando enemigo,
Mensajero que anuncia derrotas
Marinero de mares vacíos,
General que pierde la victoria.

jueves, 7 de abril de 2011


El Whiskey se mezcla con la barra, esperando una garganta quebrada que se deje quemar.
En la calle llueve, y solo algunos viejos lobos, embutidos en chubasqueros caminan bajo la oscuridad de la noche.
Las luces de neón alumbran los corazones solitarios, y las sombras de los callejones esconden a los amantes de la medianoche.
Ella espera una respuesta mirando el mar, una respuesta que hace días que no se deja ver por el puerto.
A lo lejos la tormenta se les echa encima, y el naufragio es inminente. Los marineros le rezan a la Virgen del Mar para que les proteja, y entre los últimos rezos, un hombre suplica por verla una última vez, pero ya es inútil.
De repente despierta en la orilla, y al levantar la mirada ve su pelo mecerse con el viento, el sol ha salido y los pájaros vuelven a cantar. Todo esta ahí, todo existe y sin embargo sabe que la ilusión ha muerto, que se esta perdiendo entre el océano profundo, y mientras se hunde sonrie una última vez.